27 julio 2005

Tres motivos por los que ver Pasión de Gavilanes

Es el culebrón del verano. Uauh, uauh, tú y yo lo sabíamos. Aunque el resto del país, no claro. Pero no nos importa. Nosotros, simples televidentes de la era de Operación Triunfo, supimos desde que vimos los primeros retazos en "La Batidora" que Frijolito no se ganaría un hueco en nuestros corazones si tenía que competir con el poderío sepsual de ellas y los pectorales de titanio de ellos. ¿O era al revés?



Tres chicas jamonas disputándose tres maromos con músculos hasta en las aletas de la nariz; la fórmula del éxito concebida para mojar las Tena Lady del público objetivo: marujas de veraneo en el pueblo y que no duermen la siesta. Hijos ilegítimos, fugas de jóvenes amantes, madres déspotas y rostros virginales para un culebrón al uso como todos los anteriores. Pues no. A ti, joven nacional, te va a enamorar. Éstos son los tres motivos por los que tienes que seguir a diario las aventuras de los hermanos Reyes y las hermanas Elizondo y ser el más guay de los pilotos de ciclomotor del vecindario. Vamos, seguro que ya los tienes de fondo de pantalla en tu móvil, pirata.



MOTIVO NÚMERO 1: Los personajes.

Toda buena historia se sustenta en unos personajes trabajados, complejos, redondos y carismáticos. Pero acaba resultando tediosa, hay que haber cumplido la escolarización obligatoria para entender algo y no suelen salir superhéroes. Que levante la mano el que se haya leído entero "El Quijote", "La Biblia" o las memorias de Pitita Ridruejo. Ni uno. Coño, claro, porque son aburridos. Lo que molan son los personajes que carecen de sentido, que adoptan un estereotipo facilón y que cambian de modo de ser sin orden ni concierto. Como en "Matrix". En "Pasión de Gavilanes" hay dos grupos de personajes, los protagonistas buenorros y los secundarios ridículos.

Las jacas (galopan y cortan el viento cuando pasan por el puerto)

La guapa tonta, la guapa lista y la guapa borde.


Los jacos (más chutes, no, mi cuchara está infectada de heroína)

El guapo tonto, el guapo borde y el guapo listo



Que nadie crea que nos ahorramos adjetivos para definirlos. No hay mucho más que decir, de veras. Aquí radica uno de los grandes aciertos de la serie: te da igual que al guapo tonto estuvieran a punto de asesinarlo unos paramilitares en el capítulo 15. Él no se acuerda y a ti te da igual. Por eso te puedes enganchar a la serie en cualquier momento. Lo que importa, DE VERDAD, es que son jóvenes, son guapos, y tienen acento.

Pero, ¿qué sería de unas chicas guapas y de unos jóvenes musculados sin nadie con quien compararse? Zack Morris tenía a Screech, Brenda Walsh a Andrea Zuckerman, el feo de los Hermanos Calatrava tenía al más feo todavía, y Stoichkov a Urizar Azpitarte. Los Gavilanes tienen revoloteando a su alrededor a una pandilla de pichones que hacen lo que pueden para robarles un plano. Fíjate en ellos, casi merecen más atención que los protagonistas.

Ya es Halloween en la residencia

-El abuelo con sólo dos registros. Rabieta y calentón. Soba a las criadas con una mano y siempre apoya la otra en la sien. El personaje más sobreactuado de todos, una mezcla de José Luis López Vázquez y Agustín González (DEP, te queremos, Agustín).

-La vieja premio al peor maquillaje de la historia. Se ve a la legua que en realidad es una mujer de unos cuarenta años apretando la cara para que le salgan arrugas. Siempre tiene los ojos entornados como si le costara ir de vientre y uno se pregunta cómo puede ver algo de esa manera. Quítese esa peluca de los chinos, joder.

-El gay. Pero un gay tópico de hace 40 años. Tiene un mercedes rosa (rosa Bertín , no rosa fucsia), le gusta la moda y se mueve por la pantalla contoneando las caderas. Por supuesto, es de los malos. Aunque hoy mismo ha empezado a portarse bien... Mumble, mumble...

-El tonto. En "Pasión de Gavilanes" es un gordo que sólo piensa en comer. Os reto a que escuchéis un sólo diálogo suyo en el que no hable de comida. Lo peor es que es el único actor que tiene pinta de haber estudiado arte dramático. En fin, mejor esto que volver a disfrazarse de Ronald McDonald.

-La criada con siete operaciones de estética en el último año. Casi podría haberse buscado un papel secundario en Nip Tuck. Algún día uno de los productores se preguntará por qué escogieron a Gloria Gómez para encarnar a una criada pobre que no podría ni operarse un uñero.


MOTIVO NÚMERO 2: La trama imposible

En una hacienda (somos todos) viven tres jóvenes muchachas con su madre, su abuelo, la servidumbre y toda esa mierda. Una de ellas tiene un marido al que ya no ama, otra es una chica díscola que se va a casar con un homosexual por papeles (verdes y que sirven para comprar bienes y servicios) y la tercera es una borde con cara de monja alférez que no ha conocido varón.

Sabemos que notas un cosquilleo en el cuerpo cuando sale Franco.
Tranquilo, no se lo diremos a tus amigos.


Un buen día, la propietaria de la casa contrata tres palomos buenorros, también hermanos, para construir una casa de jardín (?), algo que ellos utilizarán como instrumento de venganza contra los propietarios de la hacienda (??). ¿Se puede uno vengar construyendo una casa de jardín? Parece ser que sí. Si la haces muy fea, supongo. (Será por eso que el Dr. Muerte nunca gana)

A partir de ahí, la cosa se complica. Somera y Gamorra. Lo único que está cantado es que los tres hermanos palomos se van a trajinar a las tres pijas jamonas. Por enmedio, lo habitual, reforzado por un uso gratuíto y aleatorio de efectos sonoros, un obvio "ya sé por dónde van a ir los tiros" y LA CANCIÓN. Sí, la misma que tararea la vecina cuando tiende la ropa. No le tires lejía; a ti te va a encantar.


MOTIVO NÚMERO 3: La verdadera canción del verano.

Aprende, Coyote Dax

"Y por eso yo pregunto / ¿Quién es ese hombre que me mira y me desnuda? / Una fiera inquieta que me da mil vueltas / y me hace temblar, pero me hace sentir mujeeer". Bonito, ¿eh? "Quién es ese hombre" va a ser el hit del verano. Ríete tú de la Shakira, de la Gasolina y de Gusanito, que este año está muy flojo, por cierto. Una canción de amor cantada por una mujer con sombrero de Cowboy que no es Paulina Rubio puede triunfar, sobre todo si ella sí se ha depilado el bigote. No hay más que oír lo Pimpinela de su letra para que le vengan a uno a la cabeza los cuerpazos de las -y los- protagonistas. Bueno, seguramente tendrá bastante que ver el que aparezca CADA MINUTO Y MEDIO a lo largo de las dos horas de telenovela. Si triunfaste con "Las Primas" después de escucharlas hasta la saciedad en "La Casa de tu Vida", este agosto las enamorarás en la discoteca en cuanto finjas saber "Quién es este hombre". A largo plazo seguro que escucharla provoca cáncer, pero ahora mismo no nos importa.

Definitivamente, las tardes de este verano van a ser muy divertidas. Pronto tendrás mono de escuchar el "fooom" que precede a las secuencias de tensión, de ver bailar la misma coreografía no-rompas-más-mi-pobre-corasón a las camareras del bar de carretera, de señalar con el dedo a la mala malísima e insultarla "¡¡bruja, cabrita, piensa en tus hijas!!". Tú también querrás ser un Gavilán. Yo, de momento, me estoy dejando largas las uñas de los pies.


Fotos y más información AQUÍ y AQUÍ

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4 Cosas al respecto:

At 27 julio, 2005 23:29, Blogger JoelMerce dijo...

Gran artículo!

 
At 28 julio, 2005 12:46, Blogger EstifenJouquins dijo...

Los Gavilanes son magníficos para la siesta. Si la cosa no se pone muy tensa (y lo sabes si suena chinischimpún chinischinpún) es fácil dormirse con la canción. ¡¡Y qué canción, señores!!

 
At 29 julio, 2005 17:17, Blogger J Calduch dijo...

La he visto pocas veces por estar con la tele pocas tarde (que ya me gustaría) pero cuando la he cazado siempre he tenido la impresión de estar viendo las escenas de entremedio de un pornazo.

 
At 08 noviembre, 2009 02:22, Blogger vannys dijo...

La novela es la mejor que e visto a quien le duela y la canción esta muy padre...
Pasión de Gavilanes...

 

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