25 noviembre 2005

Un Día Cualquiera -- Capítulo 4

Era imposible. Nadie se pasa una semana durmiendo a no ser que caiga en coma. Definitivamente, aquello desafiaba toda comprensión. ¿Qué había pasado?¿Qué me había inducido en ese sueño? Y entonces... verán, siempre tuve un sentido especial, un auténtico sexto sentido, que me avisaba cuando alguien me estaba observando o cuando estaba a punto de pasarme algo violento. No era nada especial, al fin y al cabo, siempre creí que la mayoría de las personas tenían algo parecido, pero en cada persona se manifestaba de forma diferente. En mi caso era un desagradable escalofrío, justo como el que me estaba recorriendo ahora la espalda en dirección al cuello, haciendo temblar mi cuerpo. Mi cuerpo se tensó y, lentamente, me di la vuelta...

No había nadie. ¿Me estaba volviendo paranoico? Probablemente. La situación desde luego era para volverse. De repente, una sombra se movió por el rabillo de mi ojo derecho. Me giré y... nada. Joder, algo se había movido, pero no lo había visto. Agucé el oído y no escuché nada, sólo la lluvia y mi respiración entrecortada. La tensión me había fatigado. Un momento... ¿eso era una pisada? Sí, y ahora otra. Algo se movía por la zona donde miraba, aunque aun no veía nada. Quizás por detrás de la esquina.

Sin esperarme a ver que salía, me fui corriendo por la calle en sentido contrario. Escuchando el chapotear de mis pasos, me quité las gafas para poder ver y giré por la primera calle que encontré, en dirección a la M-30. Una vez allí decidí ir al centro comercial, para buscar un callejero con el que orientarme en una ciudad en la que era relativamente nuevo. Si tenía suerte tendría las puertas abiertas y podría entrar, sino romper los cristales sería más fácil que romper un cierre blindado como el que me encontraría en cualquier otra tienda. Seguí corriendo hasta que lo vi, y entonces reduje el ritmo mientras me acercaba...

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16 noviembre 2005

El curioso inframundo de los Hermanos Calatrava

Los Hermanos Calatrava, esos ases del humor... qué se puede decir que no sepan ya. Han amenizado interminables noches (de Fiesta, claro) y, aun con José Luis Moreno desaparecido en combate, todavía se les puede ver de vez en cuando en esa magistral cadena autonómica llamada Canal Sur, cuyos selectos contenidos pagamos todos los andaluces.

Estos señores de que vamos a hablar, llamados realmente Francisco y Manuel García Lozano, llevan a sus espaldas una carrera humorística plagada de éxitos musicales y cinematográficos, como comentaremos aquí. Si bien los éxitos musicales no tienen tanto mérito debido a que básicamente son una sucesión de plagios descarados de canciones famosas con letras cambiadas y/o extendidas, su obra cinematográfica es única en el mundo, francamente irrepetible. Pocas películas, de hecho, están tan bien consideradas como la genial El Ete y El Oto, que pocos dudan en calificar orgullosamente como la peor película del cine español (algo discutible si pensamos en la gran Las Aventuras de Zipi y Zape).

Comencemos por sus éxitos musicales. Como dije, la inspiración musical suelen dejarla en manos de otros artistas exitosos (aunque no siempre es así), mientras que las letras, insignes ejemplos de la más alta literatura y el más fino sentido del humor, lleva la marca de estos señores. Básicamente la mayoría de canciones sigue alguna de las siguientes estructuras:

  1. Manuel (El Guapo, de ahora en adelante) canta exactamente la misma letra que la canción original, mientras Francisco (a partir de ahora, El Feo) añade versos comentando la letra o añadiendo significación. El máximo exponente de este estilo es su versión de Mi Agüita amarilla, en la que El Feo nos deleita con una variación del ciclo del agua en la cual el elemento circulante que inicia el ciclo no es producto del aparato excretor sino del aparato digestivo, no proviniendo dicho elemento de la ingesta de cerveza sino de garbanzos con callos. Otro ejemplo peculiar de este estilo es la inefable Space Oddity, en la cual la letra permanece inalterada (salvo algunas licencias de traducción) hasta la mitad de la canción, donde los Hermanos nos dan una curiosa versión de lo que ocurre en el espacio.
  2. Basándose en una canción conocida, generalmente popular, la letra es alterada en pos de una mayor comicidad. El paradigma de este estilo lo encontramos en la tremenda Boys, Boys, Boys, cuya letra nos retrotrae a los inicios del destape mamario televisivo.
  3. De forma totalmente original, los C-Bros crean la letra y la música de la nada, fruto únicamente de su genuina inspiración semidivina. Aquí tenemos el caso de Ay, coño... me comí una vaca loca, inefable pieza musical cuyo efecto sobre el sistema nervioso central está en estos momentos siendo estudiado aún por la OMS, por lo que recomendamos su uso sólo en bajas dosis.

Tras esta introducción, pasemos a analizar esas piezas de arte magistral que son las letras. Puesto que analizar toda su obra sería una tarea titánica, nos centraremos en unos pocos párrafos escogidos:

-Boys, Boys, Boys (esta canción detalla cierto acontecimiento acerca de la visión pública de una de las glándulas mamarias de la srta. Sabrina). Comencemos por el estribillo:

(Boys, Boys, Boys) Nos has dejao en ayunas
(Boys, Boys, Boys) Sólo enseñastes una
(Boys, Boys, Boys) Sabrina, por favor,
(Boys, Boys, Boys) Enséñanos las dos.

Es un comienzo suave, quizá. Los autores se reservan la artillería pesada para otro momento:

La trajo Chicho a la televisión,
Enseñó las cachas y medio pezón
Y los televidentes aullamos como fieras
quedándonos con ganas de ver la teta entera.

La cosa va in crescendo a ritmo de ripio. La calidad y el humor van aumentando (¿o quizá disminuyendo? depende de lo que busquemos), hasta llegar a:

Una tal Cicciolina, haciendo guarradas,
fue a unas elecciones y salió de diputada.
Si aquí en España Sabrina se presenta
gana las elecciones y sale presidenta.
Si sigue esto así, el próximo año nuevo
nos sacan al Bertín enseñándonos un (Boys).

Hay que decir que la canción está salpicada de trozos en los que los C simplemente dialogan, sin música de fondo. Es, cómo no, parte de sus genialidades. De hecho, esta práctica es muy común a lo largo y ancho de la obra de los Calatrava. Ah, su humor siempre incomprendido...

-Space Oddity. Esta versión, durante los dos primeros minutos y medio, consiste en el Guapo ¿cantando? la letra original con gilipolleces del Feo de fondo. Un humor muy característico de los Calatrava, como ya comenté. Sin embargo, el final es totalmente psicodélico y nos muestra que estos muchachos, como buenos rockeros, son amigos de las drogas. Vuelve la práctica dialogante, aunque esta vez es casi exclusiva del Feo, con alguna interrupción suelta del Guapo que me saltaré:

Ahora estoy viendo a mi lao algo que flota, como yo. Ah, es la peseta. También flota a mi izquierda el franco francés. Cuidao, baja como un meteorito el dólar. Cuidao, que baja el dólar a la Tierra, cuidao. También la libra esterlina, esta va más rápido aún. Ojo con el escudo portugués, se ve que va perdiendo.
Allí arriba veo una luz pequeñita, es del planeta dulce. Está el precio del azúcar clavao al lao. Mucho más alto veo el precio del aceite. Pero muy lejos, muy lejos, al fondo.
Veo una masa, una masa quieta. Deben ser los de la SEAT. Un poco más a la izquierda veo como dos focos. Dos fábricas ardiendo, deben de ser. Me parece que os vais a quedar este año sin coche, os veo andando a todos.

No, yo tampoco lo entiendo. Dejémoslo en que ellos son así.

-Ay, coño, me comí una vaca loca. Original, 100% Calatrava. Impagable. ¿Rap? ¿Funk? No entra dentro de ningún estilo musical, es simplemente música Calatrava. Oh, shit, I ate a mad cow.

Las chicas, muy sexys, mover el culito.
Los tíos enloquecen, se ponen malitos.
Agitan los hombros, que eso les provoca,
y ellos mugirán como vacas locas.

Las letras, como es natural, abundan en ripios, y hay hasta menciones a las famosas declaraciones de la ministra y a todo el pollo que se montó en su momento. Sigamos con otra estrofa:

Qué bueno es el rabo estofao con sabgría.
De lo que se come, dicen que se cría.
Y lo que es mentira y el dicho no vale:
si comes ternera los cuernos te salen.

Si ya lo dije, aficionados a psicotrópicos. Pero a manta, vaya.

Algunas otras obras, que no analizaré aquí: Maradona Maradona, El teléfono llora, Je T'aime (cuya letra resume el cuento de Caperucita Roja), Mah-na Mah-na, Los ejes de mi carreta. La discografía es realmente inacabable (e inencontrable, en su mayoría). Se pueden encontrar títulos de canciones y algunas portadas en http://www.caviardelcaspio.com. Pero precaución: una vez se entra en ese sitio no se vuelve a salir...

Es la hora del análisis cinematográfico. Nuestros amigos tienen en su haber nada más y nada menos que 7 filmes, de los cuales 4 son virtualmente imposibles de encontrar (El in...moral, El último proceso en París, Makarras Conexion y Los hijos de Scaramouche). Las otras tres, mitificadas (no sin razón) a lo largo y ancho de internet, fueron dirigidas por el ínclito Manuel Esteba y responden a los títulos de Horror Story, Los Kalatrava contra el imperio del Kárate y la genial El Ete y el Oto. Veámoslas con más profundidad.

Horror Story. El argumento es más o menos el siguiente: los Calatrava, cantantes de profesión (en realidad sólo es cantante el Guapo, el Feo se apalanca como puede), reciben el encargo de sustituir a otros cantantes en una fiesta en un castillo. Pero los cantantes originales en realidad eran agentes secretos, y, como no iba a ser menos, los Calatrava los sustituyen en todo. Todo esto sirve de argumento para hacernos ver a los Calatrava metidos en una especie de castillo "fantasma" con trampas por todos lados, bastante peor hecho (por ejemplo) que el de Buenas Noches, Señor Monstruo. Se suceden, a una frecuencia implacable, los mejores (peores) gags que ocurrírsenos pueden, hasta que llegados a un punto nuestro cerebro decide ponerse en modo Stand-by, sumergiéndonos en una vorágine de chistes genialmente penosos, que no detallaré aquí por respeto al público. Los efectos especiales, cómo no, made in Calatrava: la cutrez está omnipresente y nos desborda tanto como los chistes malos. Planos claramente cortados, muñecos cutrísimos comprados en alguna tienda de cualquier barrio, explosiones y fogonazos que podrían haberse superado con un petardo de a duro... si esta mezcla explosiva la regamos con una sarta de malos actores, sólo nos falta un ingrediente para tener Horror Story: la Lynchiana escena del sueño del Feo en el cual las voces de los Calatrava están intercambiadas (?) y el Feo, por supuesto, hace el papel de tío duro con el que los monstruos no pueden. Bizarro y genial.

Los Kalatrava contra el imperio del Kárate. Ésta es un poco más difícil de explicar, puesto que el hilo conductor brilla por su ausencia (se trata más o menos de una serie de escenas concatenadas, con vagas relaciones entre unas y otras). Básicamente, los Calatrava reciben por error la misión de realizar un asesinato, tras lo cual una panda de chinos se dedica a perseguirles. Todo esto incluyendo chinos que no son más que españoles pésimamente caracterizados (¿tanto pedían los camareros del chino de la esquina?), un músico loco que toca en los cementerios de coches, escenas en los que el Feo para balas con la boca, un baile agarrao entre los dos (adivinen quién hace de mujer), durante el cual por supuesto cantan... me atreveré a comentar algunos de los chistes, pero no digan que no les advertí:

(En un restaurante chino, el Feo mira una carta): No lo entiendo, está todo en chino. Tengo ganas de soltar un taco.
Guapo: Pues suéltalo.
Feo: Aquí está (dejando sobre la mesa un taco de madera).

Escena absurda y surrealista, metida con calzador. No ocurre nada, sólo vemos a los Calatrava y a Ágata Lys (sí, es la coprotagonista), mientras escuchamos en Off la voz del Guapo: Había una vez en china una china muy guapa, guapa, guapísima. Y muy rica, rica, riquísima. Era la única chinita rubia que había en toda la China, y por lo tanto era la más codiciada por todos. Y había también un chino guapo, guapo, guapo y rico, rico, rico, rico. Y había otro chino feo, feo, feo y pobre, pobre, pobre, pobre. Y la chinita guapa, en vez de enamorarse y casarse con el chino guapo, guapo, guapo y rico, riquísimo, se casó con el chino feo, pobre, pobrísimo.
Voz del Feo: Esto es un cuento chino.
Fin de la escena, volvemos a la escena anterior (que no tiene nada que ver).

Ya, ya, no sigo. Pero que conste que los chistes más horribles me los he dejado sin comentar.

El Ete y El Oto. Inenarrable. Considerada generalmente la peor película de la historia del cine español, y a fe mía que merece tal honor. Esta grandiosa obra cumbre del séptimo arte es venerada comúnmente por miles de aficionados al género, si bien es algo difícil de digerir dado lo peculiar de sus chistes.

Comencemos por el principio. Tras una estúpida intro, nos asaltan los títulos de crédito, en los cuales podemos encontrar joyas de la talla de "Película con tres Óscars: Óscar Fernández (el ayudante del electricista), Óscar Barcial (el secretario del ayudante del electricista), Óscar Pedrín (el recomendado del productor)" o "FIN." [Siguiente escena] "Del reparto. ¡Por favor no se vayan! Ahora empieza la película". Este último mensaje, me temo, no tuvo el efecto deseado.

Hay que decir que la película fue rodada en 5 días para poder hacerle la competencia a ET (5 días, así salió esta maravilla...) y la mitad de los actores no cobraron. No deja de ser extraño que tuvieran tan poca cosa que poner en los créditos que tuvieran que acabar poniendo cosas como (lo juro) la marca del negativo en que fue rodada la película o la tienda en la que lo revelaron.

Por fin, tal y como los créditos nos advirtieron, empieza la película. Vemos vagamente una silueta extraña y deforme (que más tarde comprobaremos que es el Feo vestido con un traje de licra y con el pelo pintado de verde) que sale de una ¿nave espacial? claramente consistente en las luces de una discoteca de pueblo mal enfocadas. Después conocemos a una, por qué no decirlo, patética familia compuesta por el Guapo, dos de sus hijos y una tal Diana Conca que no tengo ni zorra de dónde ha acabado, pero que según IMDB ha participado en obras del calibre de Secta Siniestra o Sexo sangriento. Emule, yo te invoco.

Pues eso, que la familia y el extraterrestre se tienen que acabar conociendo, porque si no no hay película. Por supuesto, el contacto se produce a base de perrerías provocadas por el niño gamberro Curro, tan originales y ocurrentes como tirarle piedras al Feo, o volcarle encima un cubo de agua al pasar por una puerta. Y hay poco más, pues la película no tarda en pasar a ser una especie de ¿parodia? de ET, con escenas mínimamente interrelacionadas y chistes malos a cada minuto. Como muestra, un botón (probablemente el mejor chiste de la película): Goyito Fernández va por el campo, recogiendo los caramelos que Curro había ido dejando para atraer al Feo. A medida que los coge, se los va comiendo y lo va diciendo por un Walkie Talkie (amigos de las drogas...). "Fresa"... "Chocolate..." (con cara de asco) "¡Cabra!". Puede que no parezca demasiado malo, pero es que insisto en que es probablemente el mejor chiste de la película, y con mucho. Realmente es difícil imaginar la magnitud de esta película sin verla. A medida que la película avanza, los chistes se hacen más y más penosos, y las escenas tienen menos y menos relación entre ellas. Chistes consistentes en un escucha de la ZIA (Zervicio Inteligencia Aztucia) con unas orejas del tamaño de su cabeza, una señora con una aspiradora que hace de contrapunto ¿gracioso? a un tipo con un detector de metales que va dos metros más adelante, etc.

Por pura vergüenza, me niego a seguir comentando los chistes (aunque no sólo de chistes consta la película: también canta Ramón Calduch, en una escena ampliamente surrealista), y que cada cual vea la película por su cuenta y riesgo. 3000 millones de años de evolución han culminado por fin en el Ultra-humor de El Ete y El Oto, que, cual monolito negro, nos guiará hacie una nueva era, sí... pero será cuestión de cada uno seguir o no a nuestros nuevos dioses. Los Calatrava nos esperan en su particular Olimpo del humor.

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13 noviembre 2005

TFA Juegos presents: Juegos Estúpidos

¿Cuál es tú juego de estrategia favorito? ¿La Oca? Posiblemente lo sea, pero ¿has probado alguna vez a jugar al Juego de La Oca completamente en silencio? Nosotros sí. Nadie puede decir absolutamente nada hasta que se termine la partida. Puede parecer estúpido, porque en efecto lo es, pero la cosa se complica si, por ejemplo, al jugador de tu derecha le da un ataque al corazón en plena partida. Llamar al 061 y comunicarse por señas es algo extremadamente divertido, sobre todo cuando el tiempo corre en contra de tu mejor amigo.

TFA Juegos se dio cuenta de que la única forma de tener un Juego Estúpido, hasta la aparición de "Hundir la Flota con voz", era comprándose todos los juegos de mesa en uno: el mítico Juegos Reunidos. ¿Por qué gastarse más de 60 e-uros (al cambio unos 2000 d-uros) para jugar únicamente al parchís y a la oca? TFA Juegos conocía la respuesta perfectamente y por ello, con total ánimo de lucro, ha lanzado su colección de Juegos Estúpidos individuales.

¿Te has aburrido de los juegos de mesa de siempre? ¿Estás cansado de jugar de pie porque ningún juego de mesa trae sillas de regalo? ¿Estás cansado de los anuncios pre-navideños con juegos que únicamente divierten a los niños que salen en el propio anuncio, y porque les pagan para que sonrían?

Te presentamos a continuación nuestro catálogo de Juegos Estúpidos. TFA Juegos ha rediseñado una serie finita de juegos de mesa convencionales especialmente para ti. Porque en TFA Juegos creemos que "La diversión no ha de tener límites, como la estupidez".

■ El juego de mesa de El Escondite

El tradicional juego del Escondite ahora en su versión juego de mesa. Esconde tu ficha en el tablero lo mejor que puedas y procura que no te pillen!! Si la quedas tendrás que contar desde 30 hasta “¡Ya! Quien no se haya escondido tiempo ha tenido” y tendrás que encontrar en el tablero las fichas de tus oponentes. Nunca gana nadie (como en el juego original de El Escondite), con lo que podrás pasar horas y horas de diversión sin interrupciones hasta que os aburráis. Incluye dado (que también se esconde y desaparece; y aparece al cabo de dos o tres años junto con un diente de leche de tu hermana, una moneda de cinco duros de Franco y un tornillo oxidado, en una cajita recuerdo de Almuñecar que hay en el mueble del salón y que nadie sabe exactamente de dónde salió).

Foto no disponible (no ha habido forma de encontrar el juego).

■ Ajedrez Republicano

¿Por qué se tiene que acabar la partida si muere el rey? Con el Ajedrez Republicano se acabó esa problemática. Ahora puedes jugar cuanto te dé la gana. Pásate horas y horas jugando al ajedrez tranquilamente, sin la tensión y la angustia de saber que en cuanto maten al rey se acabó la partida.

PSP Transparente

Si creías que lo has visto todo, te equivocas. La nueva PSP no la vas a ver porque es completamente transparente. Con gráficos mejorados y muy superiores a los de la PSP Opaca (aunque no lo veas, créelo y presume de ello). Descubre nuevas sensaciones y pon al límite todos tus sentidos (menos el de la vista, que no te servirá para nada, y el sentido común). Si se agota la batería no pasa nada, puedes jugar a dejar la consola en un sitio y que tus colegas la busquen (Fríofrío, Calientecaliente).





Papá, si no tienes dinero para comprarle la PSP a tu hijo, regálale la caja vacía de la PSP Transparente (disponible por sólo 28’99€). El chaval va a quedar contentísimo. No va a notar la diferencia; tu bolsillo sí. Cada vez que veas que se aburre o baje su autoestima porque sus compañeros de clase se ríen de él, regálale una caja vacía pequeñita… y dile que es el último juego que ha salido.

Magia Borrás

Sorprende a tus amigos y deja a las chavalas de tu clase con la boca abierta. Coge un lápiz cualquiera. Entrégaselo a tus amigos y pídeles que comprueben que se trata de un lápiz normal y corriente. Acto seguido, sobre un folio, escribe o dibuja algo con dicho lápiz. Date la vuelta con el folio y recita las palabras mágicas (si lo haces en latín ten cuidado con las declinaciones) y mientras tanto usa la goma de Borrás para borrar todo lo escrito. ¡Tachán! ¡Nada por aquí, nada por allí ! nananienonanienooo



■ Quien es quien chino

“¿Tiene ojos rasgados? ¿Tiene el pelo negro? ¿Tiene cara triste?" Acierta quién es quién (si tienes huevos) y serás el campeón mundial. Tírate horas y horas de diversión brutal jugando a este juego interminable.



Parchís sin fichas

Ahora podrás jugar al parchís de memoria. Efectivamente. Juega al rey de los juegos de mesa sin fichas. Tendrás que memorizar la posición de tus propias fichas y las de tus contrincantes. Si la ficha de un jugador cae en una casilla ocupada por una ficha tuya, reza para que no recuerde que ahí había una ficha tuya y te coma!!!. ¡Disimula!

Olvídate de “¡¡¡Me pido las rojas!!! Vaya, falta una ficha… bueno, jugaré con las verdes!.” Con el parchís sin fichas se acabaron los problemas. Juega con tu color favorito siempre!!!.


Monopoli sin dinero

¿Acaso el dinero da la felicidad? Juega con tus amigos y pásatelo en grande realzando valores verdaderos como la amistad, el compañerismo o la picaresca. No podréis comprar casas porque no tenéis dinero (igual igual que en la vida real) así que tendréis que ocupar las que ya hubiera (mejor si son hoteles). Luego, de buen rollo, pintáis las calles con colores, hacéis malabares y extendéis vuestra felicidad por todo el tablero. Siéntete un verdadero oKupa y usa tu imaginación para poder vivir en una casa sin tener dinero.

Tragacubos

Juega al fantástico juego de los hipopótamos tragones. El que más cubitos coma ganará. Recuerda que los cubos no se pueden tocar. Dale muy rápido y con mucha fuerza a tu hipopótamo para que abra la boca y así tendrás más posibilidades de que tu hipopótamo muera antes de cansancio o a hostias que de inanición, que es una muerte extremadamente dura para un hipopótamo tragón.


Chincheando sin pilas

¡Es la hora de cazar chinches! Tu cama está llena de chinches inmóviles. Tendrás que coger el mayor número de chinches con las pinzas coge-chinches si quieres ser el ganador, pero ¡ojo!: si están todas quietas será por algo. ¿No te sorprende que las chinches estén todas quietas y sean además de colores chillones? No te fíes y elabora tu propia estrategia para atrapar el mayor número de chinches.

■ Dominó en braille

Todo un reto. Las fichas completamente blancas y el número en braille. Está muy bien para vacilar con los colegas. Una vez que te has viciado el juego puedes montarte en un ascensor y pulsar el botón de la planta deseada con los ojos cerrados!!.

Number Scrabble

El Juego de los Números Cruzados. ¡Cada número cuenta! Desafía a tus oponentes y forma el número más largo (el número PI con tres decimales, el número de teléfono del equipo A, la edad actual de Heidi…) . Si consigues formar un número de nueve cifras (por ejemplo, el número de estrellas que se pueden ver en el cielo en una noche despejada o un día oscuro) harás un Number Scrabble.

Simon Memento

Llega la versión minimalista de Simon: el juego para los niños Mementos. Dispone de un único pulsador de color único. Memoriza la secuencia más larga que puedas, pero ¡ojo! no te equivoques o tendrás que empezar de nuevo!!!

Cuatro modelos disponibles: Memento Version Amarillo, Memento Versión Azul, Memento Versión Rojo y Memento Versión Verde. (Colecciónalos)


Y ahora dí, ¿Qué Juego TFA vas a pedirte para Reyes?
(Entre todas las respuestas sortearemos un TOZUDO ® sin silla de montar)

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Curro Jiménes Losantos Omar

El trabajo, ese mundo que indica que vas a ir falto de sueño. Ese mundo en el que se empieza a acabar la buena vida de tocarte los huevos u ovarios. Temprano (que rima con ano, pero que no viene al caso) o tarde, es una cosa que hay que hacer. Pero ojo, no todo es malo en el trabajo; a parte de recibir una compensación monetaria, hay otras cosas que hacen que trabajar tengo momentos afables. Parece mentira, pero los hay:


-Señor Roca. Ni más ni menos que hacer de vientre en el trabajo. Yo, cuando lo voy a hacer, el mundo se detiene. Me dirijo hacia el baño. Hay una fila de ñiños y niñas haciéndome un pasillo y tirando pétalos de flores. Es como si fuera a cámara lenta, y voy saludando, cuál monarca, a toda la gente. Y ya en pleno asunto, el mundo se detiene. El único inconveniente es cuando sales del baño. Consejo: nunca mirar a los ojos de los compañeros de trabajo.



" Que vienen aguas mayores, jarlll"



-Todos tenemos un Perro Callejero en el interior. Una de las cosas buenas del laboro es robar material. Sea lo que sea. Que le den a tu empresa. Ya sea llevarse clip que nunca utilizarás, comerte todo lo que puedas si estás de reponedor. Aún me acuerdo de cuando trabajaba en un supermercado de estos. Tenía a mi compañero Tulio, personaje que nunca hablaba. Yo pensaba que le caía mal. Hasta pasados 2 meses no me dí cuenta: el perico se pasaba todo el rato con la boca llena, comiendo. Así que sigamos el ejemplo de Tulio, pongámonos el parche de pirata y a saquear.



" Que no se note que me llevo este microoo"



-Las vacaciones. De las mejores cosas de trabajar. Cuando no tienes que ir. Marx estaría orgullosos de todos nosotros. O a lo mejor no.



-A por ellos. Esa persona del trabajo de la cuál te enamoras. Siempre hay una persona mona, “sesi”, atractiva...Y siempre piensas que le molas. Es como si hubiese un tira y afloja de ligoteo cutre y salchichero. Son esas miraditas, esas sonrisas...Incluso si tienes compañeros que pasan la cuarentena, te empiezas a plantear ciertas cosas.Y digo que esto es bueno porque se pasa la jornada laboral intentando seducir a dich@ compañer@. Aunque llega el momento en que te enteras que tiene novi@, y es cuando más te empeñas en ligar.



" Guapo, pásame la grapadora, grrrr"


-Good bye,Lenin. O cuando abandonas la miersda de curro en el que estás. Y es triste porque nadie va a llorar por ti. Y prometes que volverás, y nunca lo harás. Y te prometes que te levantarás pronto, y que estarás el día activo...MENTIRA!!!!


Bueno, la verdad es que no encuentro más cosas buenas del trabajo. Es triste, pero más lo es robar.
p.d.:jeje, es mera coincidencia que en las 3 fotos salgan pericas!!!!

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10 noviembre 2005

Arqueología ludo-informática I

El emulador Mane es un programa que posibilita el empleo de las roms que se puede uno bajar de sus arcades favoritos y jugar con ellas en el ordenador.

¿Qué me quieres decir? Pues volver a jugar en casa a:

-Puzzle bubble (¡Maldita fase 8!),

-Pang, (¡Déjame la vida a mi!)

-Street fighter II ( ¡A Guile no se le salta! )

- Aquellos de la Neo-Geo

-Bla bla bla

Y mas de uno dirá: “Y a mi que me importa” y otros “ A buenas horas te enteras”. Bien, ya voy al meollo del tema, uno termina instalando los típicos juegos y se empieza con la arqueología. Juegos que pueden estar bien y haber aparecido solo para el mercado japonés y/o americano, juegos que baja uno al azar, juegos en que uno se equivoca en su identidad. Normalmente se dispone como única ayuda para saber en que consiste el juego en poco mas que un fotograma de una captura de pantalla.

Es suficiente para identificarlo como lucha de 2D, juego de avioncito o plataformas, y uno termina encontrando joyas sueltas. Pero ¿Para que hablar sobre las joyas si también se topa uno con pufos tremendos que son todavía más interesantes de comentar?

Tras este largo preámbulo, rarezas, cutrerío y demás fauna encontrada en el Mame:

-Dino Rex

Let me some sugar, I'm your neighbour...

Perpetrado por Taito en 1992 es el típico juego de lucha en 2D (Como el Street Figther , vamos) Lo principal en este tipo de juegos es la jugabilidad. En el caso de este juego es NULA, pero quien demonios se va a dar cuenta del control ortopédico si quienes se pegan son dinosaurios. ¡Dinosaurios! En una intro con música molona de bongos y cuernos podremos elegir entre

-Tiranosaurio: Un bicho muy grande que comía otros dinosaurios y visitantes de parques de atracciones. Le chifla el sushi y bailar a al luz de la luna….

-Triceratops: En parque jurasico es aquel bicho tirado en la hierba porque tenía gases.

-Allosaurio: Como el T-rex versión reducida.

-Ceratosaurio Otro como el T-rex, pero en escala 1:2, si no les sirve de guía para orientarse les diré que era un carnisaurio y saurisquio, pardiez.

-Pachycephalosaurio. Dinosaurio vasco, se caracterizaba por embestir con la mollera cual cabra a sus congeneres.

-Stygimoloch: Que en su casa le conocerían, y viene a ser como un triceratops pero andando a dos patas, y tenia manitas como los humanos.

Cada uno tiene su movimiento especial y se permiten tres de estos por fase, vease cabezazo, golpe de cola, calvar los cuernos...etc. Si consiguen hacer uno avísenme. Vale. Se que hacer un 270 grados con un joystick y apretar un botón no debería ser difícil. Pero intentarlo con cursores y con ese horrible control entra en la categoría “Imposible”, con referencias cruzada a la sección “Olvidalo” y “Mejor me tomo una birra”

Pero nosotros no somos el dinosaurio sino su entrenador. Básicamente dirigimos a nuestras mascotas a latigazos en la mejor tradición de peleas de gallos. Como todo el mundo sabe humanos y dinosaurios coincidieron en el Triasico, y recientes descubrimientos apuntan a una gripe humana que dio salto a los dinosaurios, la cepa H7N3 hundido en concreto, como causa de su desaparición. Si perdemos el combate un pterosaurio vendrá y nos tirara a su nido donde serviremos de pienso para los pequeños pterosaurios. Verídico. Si ganamos el alimento regurgitado a los polluelos será el entrenador rival y nosotros seguiremos nuestra ruta fija por los poblados hasta llegar a la montaña. Seguro que allí se trama algo gordo pero no he llegado nunca tan lejos. Si logramos ganar tres combates seguidos entramos en la fase de bonus, donde se produce un salto temporal y nos plantaremos con nuestro dino en medio de una ciudad moderna sembrando la destrucción y acabando con coches, helicópteros de la policía y viandantes. Es largísimo el bonus, digna recompensa al sufrido jugador que ha llegado allí, y lo que mejor del juego.

Esto es un salto en condiciones y no el salto del tigre. ¡Dinosaur's Kung-fu!


Las peleas entre los dinosaurios son espectaculares con coliseos que se derrumban ante el peso de un dinosaurio que sale despedido, torres que se caen, rocas que se parten, mordiscos múltiples, pataditas ridículas, coletazos varios, golpes de eficacia nula, y golpes de daño masiva, todo descompensado. Los gráficos del estilo del primer Mortal Kombat pero con muñecos de plastilina, creo. Si no ha quedado claro este párrafo lo resumo: “Es prácticamente injugable”. El tiempo de respuesta del control se aproxima al ritmo de un latido de corazón de Fraga.

¿Por que jugar a este engendro? Si buscan un reto a su altura, les gusta ver dos dinosaurios partiéndolo todo y dándose jaliscos entre ellos, o simplemente les pica la curiosidad de ver como es el presente artificio, este es su juego. ¡Demonios! si consiguen llegar al final o decirme como es el segundo bonus no duden en ponerse en contacto conmigo. Y satisfago mi curiosidad, que me tiene comida la moral.

En próximas ediciones mas y peor.

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04 noviembre 2005

Un Día Cualquiera -- Capítulo 3

Estaba en la calle, que seguía de ese color gris tan característico de la antesala a las tormentas. Chispeaba gotas finas, gotas que se amontonaban en mis gafas dificultándome la visión mientras corría calle arriba en dirección a la carretera de la playa. La calle seguía desierta, y eso no hizo más que aumentar mi desasosiego.

Llegué a la carretera, y me encontré con un panorama de película apocalíptica. Los pocos coches que había estaban parados, sin tener las puertas abiertas ni muestras de haber chocado, solamente estaban ahí, parados, como aparcados en medio de la carretera. Me acerqué con precaución al coche más cercano y miré dentro. Nada. No había nada ni nadie. Mirando hacia los lados, intenté entrar en el coche y comprobé que estaba abierto. Abierto y con las llaves puestas en el contacto. Examiné el coche, intentando buscar no sabía que, y cuando me di por vencido me senté en el asiento del conductor e intenté arrancarlo. Nada. Giraba la llave y no hacia contacto; de hecho ni siquiera sonaba ese sonido característico del motor de contacto.

Después de un rato pensando en nada sentado en aquel coche inútil, salí y me dirigí, está vez lentamente, como hechizado por lo que estaba viendo y viviendo, hacía mi objetivo, la casa de mi novia. Así, seguí caminando entre los pocos coches y vi un autobús, vacío como el resto, y calles sin gente...

¡CRASHOOOM! El sonido de un trueno me hizo despertar, asustado, de la nube en la que estaba. Empezó a llover con más fuerza, y aceleré el paso. Cuando por fin llegué al edificio. Llamé al interfono, consciente de que no iba a recibir ninguna respuesta. Al otro lado no contestaba nadie. Llamé un par de veces más antes de darme por vencido. Volví a mirar mi móvil y entonces me di cuenta...una semana. Había pasado una semana durmiendo...

(continuará)

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